En 1943, la situación política de la Argentina era volátil y la discusión sobre la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial estaba en el centro del debate. Sin embargo, el gobierno argentino conserva su posición de neutralidad histórica, la misma posición que había adoptado durante la primera guerra mundial. Eso le permitió al país seguir comerciando con los Aliados, sin que los buques mercantes argentinos fuesen atacados por los submarinos alemanes. En ese contexto una bandera argentina es quemada en el pueblo. Tres de los marineros internados son acusados del hecho, pero no hay pruebas de ello. Sin embargo, en razón del episodio, la Legislatura Provincial decide cambiar el nombre a Villa General Belgrano, en homenaje al creador de la bandera argentina y se establece como día de fundación el 11 de octubre de 1932.